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Historia de éxito

Apelaciones al esnobismo

En los últimos días de la guerra de Corea, un soldado de Estados Unidos acuartelado en Japón, recibió la noticia de la muerte de su padre. El soldado recibió permiso para regresar a USA y comenzó un viaje en avión que entonces tardaba 24 horas..

Durante ese largo vuelo se entretuvo leyendo una revista, en la cual encontró un artículo que le llamó la atención: "apelaciones al esnobismo en la publicidad". 


La idea era que los artículos de alto precio en cantidad limitada pueden ser muy atractivos para personas con dinero disponible, si dichos artículos se anuncian de una manera elegante y se dirigen en forma especial a gente de recursos y no son asequibles a todo el mundo.

 

Lo único que su padre le dejaba de herencia a él y sus familiares era un terreno agotado de una granja destartalada y lo que leyó en el artículo le dió una idea: convertir esa tierra en una zona residencial, cara y limitada a mansiones costosas y venderlas mediante publicidad de personalidad muy bien definida.

En cuanto llegó, le expusó a sus familiares sus ideas sobre qué hacer con los terrenos que habían heredado, todos estuvieron de acuerdo, no sólo porque él se iba a encargar de todo el trabajo, sino que además la recompensa prometía ser muy buena.

El soldado encargó a un publicitario que dibujara las mansiones más elegantes que pudiera y los textos más exclusivistas que se le ocurrieran, le puso precios a los terrenos tan altos como nunca se habían visto en esa comunidad y publicó un anuncio en el diario local.

Los expertos inmobiliarios del lugar pensaron que estaba loco, pero las personas del lugar que tenían dinero para comprar el tipo de casas y la clase de zona residencial que él ofrecía en su anuncio se congregaron ante su puerta con el talonario de cheques en la mano.

En los siguientes diez años repitió el mismo tipo de promoción diez veces con otras diez parcelaciones, sin variar nunca la personalidad de su publicidad.

 

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